Internet de las Cosas

  “Lo más aterrador es que no sabemos qué es lo más aterrador” Geoff Webb La implementación de dispositivos de Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) se ha vuelto cada vez más común en hogares, empresas y organizaciones en todo el mundo. Estos dispositivos pueden incluir desde electrodomésticos inteligentes hasta sistemas de seguridad y monitoreo ambiental. Aunque la tecnología IoT tiene muchas ventajas, también puede plantear desafíos significativos en términos de protección de datos personales . Los dispositivos IoT recopilan una gran cantidad de información, como los hábitos del usuario, sus movimientos, sus gustos, biometria, comportamientos del individuo, la ubicación geográfica, entre otros, lo que puede representar un riesgo para la privacidad de los usuarios. Para abordar estos riesgos, muchos países han introducido leyes y regulaciones para proteger los datos personales. Por ejemplo, el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea est

  El Internet de las cosas (IoT) es un tema de gran relevancia en el contexto de la economía conectada, y ha sido objeto de discusión por varios autores en relación con el futuro de esta economía. La IoT se considera un elemento clave en la nueva era digital, y su papel en las aplicaciones y beneficios para las empresas es cada vez más evidente. El IoT hace referencia a la interconexión de dispositivos y objetos cotidianos a través de Internet, permitiendo la comunicación entre ellos y con los seres humanos [1] . Esto facilita la recopilación y el análisis de datos, lo que puede mejorar significativamente la toma de decisiones y permitir una mayor eficiencia en los procesos de producción y distribución. Una de las principales aplicaciones del IoT en el ámbito empresarial es la optimización de la cadena de suministro. La implementación de sensores y dispositivos conectados a lo largo de la cadena permite un seguimiento en tiempo real de los productos y materiales, lo que facilita la i